¿Importante? Más de lo que se imagina. Posible solución a la obesidad
Recientemente,
la microbiota intestinal ha llegado a considerarse un “órgano metabólico” por
las importantísimas funciones que tiene sobre el cuerpo humano, principalmente
en la nutrición, la inmunidad, y la inflamación sistémica.
Su influencia sobre el efecto en la obesidad se comprobó en
un estudio realizado por Backhed et al. dónde al pasar la microbiota de ratones
obesos a ratones libres de gérmenes, éstos suben de peso a pesar de haber disminuido
el consumo de alimento y haber aumentado la actividad física; con esto se
descubrió que la transferencia de microbiota resultaba en una transferencia del
fenotipo obeso. Posteriormente se descubrió que los ratones obesos almacenaban
más energía de los alimentos que los no obesos. Con esto se llegó a la
concusión que la microbiota afecta la absorción de energía de los alimentos
consumidos, por lo que se sugiere que el subconjunto de microbiota intestinal
puede contribuir a la obesidad. De hecho, se encontró que la principal
diferencia entre la microbiota de ratones obesos y no obesos residía en la
distribución de las familias de bacterias más grandes: Bacteroidetes y
Firmicutes. En ratones obesos, la cantidad de Firmicutes estaba aumentada
mientras que la cantidad de Bacteroidetes estaba disminuída a pesar de tener
una dieta y una nivel de actividad similares. A pesar de las grandes
diferencias biológicas que existen entre humanos y ratones, también hay
evidencia de que esto mismo ocurre en humanos, sin embargo, no se ha podido
decir que es un hecho ya que todavía existe controversia por estudios que han
fallado en confirmar estas sospechas.
Estudios demuestran que el ser “genéticamente”
propenso a desarrollar obesidad, de hecho puede provenir del microbiota
transferido de madres obesas a neonatos al nacer ya que se ha encontrado que la
composición fecal del bebé está relacionada con la ganancia de peso de la madre
durante el embarazo. En un estudio realizado a dos grupos de niños, uno con
niños de peso normal, y otro con sobrepeso, se descubrió, mediante análisis de
muestras fecales, que el número de Bifidobacterias era superior en el de niños
con peso normal, mientras que se encontraron mayores cantidades de Staphylococcus
aureus en niños obesos. Esto se relacionó con un segundo estudio realizado a
señoras embarazadas con peso normal y sobrepeso, en donde se descubrió que en
las mujeres con sobrepeso había mayores cantidades de Staphylococcus y
Bacteroides que en las mujeres con peso normal. Como éstos, se han realizado
experimentos similares estudiando otro tipo de familias de bacterias y su
relación con la obesidad, como son los microorganismos Archaea (diferentes de
las bacterias).
A través de estos estudios podemos concluir que el porcentaje
de ciertas familias de bacterias en proporción de la cantidad total de
bacterias que residen en el intestino pueden determinar en gran medida lo que
sucede en nuestro cuerpo a gran escala, y a pesar de que aún faltan estudios
para comprobar la realidad absoluta de ésta hipótesis, los descubrimientos han
sido muy prometedores.
Ésta es información
científica proveniente de The American Journal of Gastroenterology Supplements y de
la Revista de Gastroenterología de México.
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