El Poder del Intestino, una realidad reciente
Hipócrates muy acertadamente dijo “que tu alimento sea tu
medicina, y tu medicina tu alimento”. Ésa afirmación puede funcionar de muchas
maneras, pero una de las más sorprendentes es alimentando nuestro microbiota.
Los estudios acerca del papel que la microbiota humana tiene en la salud son
muy recientes, y se necesitan más pruebas y experimentos para afirmar las
hipótesis propuestas por investigadores. Sin embargo, los resultados de pruebas
en animales son muy prometedores, por lo que vale la pena considerarlo como una
posible solución a diversos problemas de la salud.
El
intestino humano alberga alrededor de 100 trillones de microorganismos, lo que
sobrepasa las células humanas alrededor de 10 veces. Estos microorganismos son
principalmente bacterias de las cuales se aproxima que 90% son Firmicutes y
Bacteroidetes. Sin embargo, todos contamos con una composición del microbiota
muy diferente, que depende de factores ambientales, geográficos, el tipo de
nacimiento, la edad, la dieta, y la ingesta de antibióticos. La etapa más
importante que define la composición de nuestra microbiota es en el nacimiento. Una persona que nació por cesárea
difiere mucho en la distribución de microorganismos en su tracto intestinal que
una que nació por parto natural. Esto se debe a que el bebé dentro del vientre
es estéril, pero al momento de estar en contacto con las bacterias de la vagina
de la madre, estos entran a su cuerpo y de ahí se empieza a formar su
microbiota. Un bebé que nace por cesárea no tiene éste contacto, y se cree que esto
está asociado con un mayor riesgo de contraer enfermedades y de padecer
sobrepeso y obesidad en el futuro en comparación con los bebés que nacieron por
parto natural. La buena noticia es que, como lo mencioné antes, éste no es el
único factor que afecta la microbiota, por lo que usted puede modificar su
microbiota con la dieta.
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